Creo que todos en Madrid, nos sentíamos bastante enjaulados debido al mal tiempo que esta haciendo en España este marzo del 2025.
Por ello, creo que hemos sido muchísimos los que aprovechamos el respiro y buen tiempo del sábado 15 para escaparnos y ver con nuestros propios ojos los ríos, pantanos, y presas alrededor de Madrid.
Para los que prefiráis el video a la literatura, directamente os lo pongo ya 😉
Bueno, para los que os quedéis aquí os cuento un poco el paseo que pude darme de manera más o menos tranquila.
Para empezar, salí de Madrid por carreteras «secundarias» buscando la M-103 ya que tenía la curiosidad de ver como estaba porque siempre me ha llamado la atención los avisos de velocidad por peligro de inundación que hay a lo largo de la carretera, cuando siempre me ha parecido un secarral.
Una vez visto como efectivamente la señal tiene sus motivos, me desvié hacía el municipio de Valdepielagos, una carretera estrechita , sin mucho tráfico y que permite ir alejándote del trafico habitual de Madrid capital.
De Valdepielagos a Uceda recorriendo la separación entre comunidades, hasta tratar de llegar a mi primer destino, que no era Otro que el Pontón de la Oliva.
Por desgracia estaba cortado tanto el acceso en vehículo ( algo que desde hace unos años ya esta prohibido….) como para viandantes. Como ahora habrá un montón de videos de como esta de agua… yo os dejo alguna foto del 2017 ,cuando se podía llegar con la moto al mismo pie de la presa.


Una vez abortada la idea de visitarla, seguí la carretera para llegar al Embalse de El Atazar
Para muchos moteros de Madrid, es un punto mítico junto con la cruz verde. Pero la verdad es que yo no suelo ir mucho por allí por diversos motivos. El principal es que aunque las hayan mejorado, las carreteras no son las mejores, y suele haber bastante suciedad en ella, sobre todo en la zona del poblado. Si a eso le sumamos la afluencia de la Guardia civil, los radares y en menor medida moteros que van un poco quemados; hacen que esta zona la descarte a menudo.
Visto el Atazar, que por cierto, ni se te ocurra parar en la zona de la presa ya que te darán un aviso por megafonía, seguí camino hacía la siguiente parada, que no fue otro que el Embalse de El Villar

Sin duda muchísimos habíamos tenido la misma idea. Todas las zonas de aparcamiento de los alrededores estaban llenas y caminar por la acera del embalse en algún momento se hacía complicado, lo que a algún conductor le crispaba y pasó haciendo el gilipollas… pero que le vamos a hacer, gilipollas hay en todos lados. ¿ Verdad, amigo del peugeot 308 con matricula 8xx1GBK?
Una vez visitado el embalse ya solo quedaba realizar la última parada, antes de iniciar la vuelta a casa. La última elegida fue el embalse de Puentes Viejas , un poco más al norte y que alimenta el embalse de El Villar.
Sin duda, es un embalse curioso, el suelo empedrado, un solo carril por lo que hay semáforo para acceder a él. No siendo el más antiguo en su construcción te transporta al medievo cuando caminas por su pared.

Habiendo visitado tres de los cuatro embalses presas y viendo que el tiempo empezaba a amenazar lluvia. Sumado que tenía que volver a la realidad del día a día, toco iniciar la vuelta a casa, para lo cual, decidí llegar hasta La Serna del Monte y coger ya la A-1 para una vuelta rápida a casa.
Al final, ni tan mal, 240 kilómetros, viendo las consecuencias de las lluvias, sin sufrirlas y disfrutando de los pocos ratos de sol que hemos tenido en marzo.