Hace tiempo que tenía ganas de leer Maus. Al fin y al cabo a día de redacción de esta crítica, es el único comic que ha ganado el premio Pulitzer.
Aprovechando que un buen amigo lo tiene y la semana santa por fin pude quitarme la espinita.
El autor del comic es Art Spiegelman , quien también ha plasmado en comic el atentado de las torres gemelas.
En mi opinión, este comic autobiográfico muestra varios temas íntimamente relacionados de una manera clara y dolorosa que hace remover tu corazón, conciencia e incluso generar miedo al presente y futuro teniendo las vivencias de la familia del escritor entre las manos.
En primer lugar y más obvio: El holocausto. El autor narra las vivencias de sus padres y su entorno desde poco antes de la subida al poder de los nazis . Se puede ver como evoluciona la persecución y posterior búsqueda de la aniquilación de los judíos por parte de los nazis con una crudeza y normalidad tremenda. Como a lo largo del tiempo conocidos, familiares, amigos, compañeros van muriendo o sobreviviendo a duras penas.
Hace una descripción detallada de los campos de concentración y su funcionamiento digna de clase de historia. Muestra la transformación de la sociedad y la deshumanización del ser humano. Para ello no solo usa el artificio de la animalización de los personajes, sino que lo apoya en los distintos episodios de engaños, acusaciones, etc….
En segundo lugar, el historietista nos muestra con igual crudeza las consecuencias para su familia de haber sufrido el holocausto. El constante afán de su padre por no gastar dinero y acumular objetos dibujan a una persona digna del programa tacaños extremos. El dolor por la perdida de su mujer, sus desvaríos, su egoísmo, acaban dibujando un ser gruñón, atormentado, con el que a veces cuesta empatizar aún conociendo su vida.
Para mí, otro tema en el que autor trata de ahondar, pero podría quedar en un plano muy secundario para los lectores, es la propia vivencia del autor en la realización del comic y más importante aún, la relación con su padre.
Los miedos del creador acerca de la aceptación de su obra, el bloqueo creativo a la hora de trasladar a papel vivencias tan duras quedan expuestos en su obra al tiempo que hace una ligera retrospectiva sobre su propia vida.
Al mismo tiempo, dibuja una relación complicada con su padre debido a la ausencia de su madre, y como tiene que enfrentarse a un futuro en el que tendría que acometer la labor de cuidador. Sin duda, estos miedos, dudas y luchas nos acercan a aquellos que ya hemos pasado los 40 al autor.
También destacaría un par de cosas más, por un lado la acentuación de los clichés y por otro como mediante la situación dibujada del autoestopista, nos muestra como la sociedad no aprende y nos condenamos a repetir los mismos errores.
Aunque sea siempre algo subjetivo, para mí este comic muestra una cruda historia más de las atrocidades que sufrieron los judíos durante el nazismo, al tiempo que ya en 1991 muestra como alguien que vivió dichas atrocidades puede a su vez sentir ese miedo o incluso odio hacía otras personas distintas a él. Anticipando de algún modo todo lo que estamos viviendo en estos convulsos años.
Sin duda, es una lectura amena, mucho más profunda de lo que podría esperar de un comic y que sin duda podría ser una lectura fácil a mandar en los colegios.
